DURO ES EL CAMINO
y que el viento enduresca los surcos de mi faz,
para que entiendan que soy muy capaz
de vivir en éste mundo como el ave rapáz.
Con sus rostros en paz, aquellos que no sufrieron
es muy fácil para ellos, comprender la indiferencia
contra los que no tenemos herencia,
cuando queremos justicia; ese tipo ni lo piensa.
MAKARIO