El Burro Caracino es Inteligente
He aqui un burro, un burro caracino, (el de blanco soy yo). Contra toda concepción generalizada; les diré que el burro no es precisamente un "burro" en el sentido de la inteligencia. El burro es un mamífero con un grado de inteligencia como para darse cuenta que su dueño tiene todo el derecho de maltratarlo(parece que para eso nació) y hacer lo que quiera de él, y aún más, es un animal que se da cuenta cuándo exactamente está con personas inexpertas en el trato con el cuadrúpedo.
Quiero contarles que a la edad de mas o menos 20 años fuímos a visitar a mi abuela al caserío de Llacta, cercano a las riberas del Rio Santa. Mi hermano menor de apenas 8 años de edad me acompañaba a realizar algunos mandados de la tia Nila. En cierta ocasión realizamos una tarea de transporte de carga en burro hacia un lugar considerablemente lejos. Despues de la tarea de descargar en el lugar indicado; retornamos con el burro muy felices de saber que contábamos con la seguridad que regresaríamos montados en nuestro transporte propio, y así lo hicimos; hasta que al señor burro se le ocurrió fatigarse a tal punto que nos dió pena y cargo de conciencia por el abuso que estábamos cometiendo al sentarnos dos personas sobre el susodicho animal. Lógicamente la carga más pesada era el que escribe, de modo que bajé del cuadrúpedo dejando a mi hermano con el privilegio del transporte. Pero el burro empesó nuevamente a quejarse del supuesto cansancio, y ésta vez con mayor exageración, dada las circunstancias y en honor al respeto y consideración por los animales y movido por la sensibilidad humana; me ví en la obligación de pedir a mi hermanito que bajara del burro a fin de que éste pudiera caminar y no cansarse tanto, al fin y al cabo nosotros éramos personas sanas y fuertes y podía mos caminar dejando en paz al burrito. Cuando el asno se vió libre del motivo de su aflicción; sencillamente batió la cola alegremente y emprendió a la carrera dejándonos sorpresivamente. Nosotros; corriendo a todo galope a fin de alcanzar al sopenco y darle una buena tunda por tamaña mañoseria y planificando hacerlo correr eternamente; refunfuñábamos nuestro error. El burro simplemente desapareció de nuestra vista al dar vuelta a una pequeña colina, y nosotros gritando "sssoooooooooooooooooooooo" inutilmente; cuando despues de 15 minutos llegamos a la colina por donde desapareció nuestro amigo; vimos un largo camino vacío sin ningún burro que nos aliviara de nuestro pesar, y sumamente cansados empesábamos nuestras oraciones al altísimo cada uno por su cuenta, a fin de no recibir las reprimendas por tremendo descuido y encontrar a nuestro pícaro tabanero. Luego de caminar por espacio de media hora llegamos al espacio verde y fresco de nuestro paradisíaco lugar, caminamos bajo los árboles que cubrían el fresco camino y nos olvidamos por un momento de nuestro burrito, pero:... ¡el burro no está! decíamos, ¡ahora que le diremos a la Tia!.
De pronto: ¡Ahí está!- Se encontraba comiendo plácidamente, moviendo la colita con la clara sensación de felicidad, en medio de un maizal.-¡miercoles! ¡de quien será el maizal!. Cogimos al burro, nos subimos encima y lo llevamos a toda carrera a casa a fin de que no nos sorpendieran y tuvieramos que pagar el daño. No dimos explicaciones ni quejas de ningún tipo, no queriamos ser materia de reprimendas y mucho menos de burlas , así que "no pasó nada". Amigos ; tengan cuidado con los burros, no se confíen , ¡no son burros, son inteligenteesssss!